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miércoles, 18 de febrero de 2015

Del otro lado del valle

Ya hace un año que nos conocimos. O bueno la palabra “conocer” es un poco particular en este caso, pero prefiero pensar que lo conozco.

Hoy volví a hablar con él, lo hacemos casi todos los días, sin importar la hora, el clima o el estado de animo de cada uno, siempre hablamos, y voy a ser sincera. Cada vez que hablo con el me siento feliz, con él no me olvido de mis problemas, pero aprendo a pelearlos de una forma totalmente nueva. Con el aprendo a que ante todo hay que reírse, con el me siento yo misma.Y esa persona no me hace sentir sola, con el me siento acompañada y con sus palabras, me logra emocionar. En el veo un mundo nuevo desconocido y ese mundo es muy lindo ojala algún día puede conocer y mundo de cariño que es el.
Todos tenemos problemas, todos tenemos cosas con las que lidiar en algún momento, todo necesitamos a alguien en quien apoyarnos, alguien que nos ayude a seguir de pie. Bueno, él es capaz de hacer eso conmigo, es capaz de estar a mi lado no físicamente, sino a través de las palabras, palabras que para mí valen mucho, palabras que son ciertas, palabras que algún día se convertirán en hechos, algún día…
Todos necesitamos a alguien, todos tenemos problemas. Pero él es distinto, él tiene problemas estoy segura, pero no hablamos de ellos, porque él quiere ayudarme a mí, ayudarme en todo lo que sea posible, el deja de lado sus cosas por apoyarme, por hacer que siga de pie. Una vez pensé que él no tenía cosas con las que luchar, pero todos las tenemos, solo que él es fuerte, el me ayudo a volverme fuerte.
He pasado por cosas que todos pasaron, y hoy, en la actualidad, tengo que decir que pueden creer que la ayuda puede venir desde cualquier parte, de cualquier forma y de cualquier persona. Detrás de cada escrito se ve dibujada una sonrisa en mi rostro y mis ojos quieren lagrimar.
Hoy en día sigo hablando con ese chico, el chico de la sonrisa eterna, en mi interior hay miles de preguntas sobre él, sobre  su pasado, sobre sus problemas, sobre sus secretos. Ahora, se preguntaran porque solo hablamos, porque no menciones algo más aparte de hablar, porque solo hablar? Bueno porque a veces a quienes más queremos son quienes más lejos se encuentran, a veces hay que cruzar obstáculos, a veces hay distancias, grandes distancias.
Solo hablamos con ese chico, porque ese chico que parece sacado de libros, ese chico que me hace sonreír y reír hasta llorar de la felicidad, ese chico que lucha conmigo, ese chico que me ayuda a seguir adelante, ese chico del que estoy totalmente agradecida, ese chico se encuentra a nada más ni nada menos que a 825km de distancia.


En cada historia, hay algo que se interpone en el camino…

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