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martes, 18 de noviembre de 2014

Sálvame


Estoy caminando por la vereda, esta no es mi ciudad, estoy acá por la graduación de mi primo, después de que pase toda esta celebración voy a volver a mi ciudad, a mi departamento, a mis estudios, a lo de siempre, a lo cotidiano, a la rutina.
Sigo caminando por las veredas en esta hermosa noche, y para mí no existe cosa más linda que caminar en la noche, en cualquier lugar, en la playa, en la ciudad o donde quieras. La diferencia es que durante la noche, las cosas toman una forma totalmente distinta, todo se ve distinto, todo cambia. Y mejor aun escuchando música, mi música, en mi mundo.

Paro en un semáforo para esperar a que la luz cambie de verde a rojo. Entonces, veo por el rabillo del ojo, a una chica detrás de mí, la observo un momento, definitivamente es hermosa, de baja estatura, cabello castaño claro, con reflejos que me recuerdan al sol, ojos verdes profundos y una piel del color más hermoso que jamás vi, deseo que me mire, que sepa que la estoy observando, que me note ahí, pero ella está perdida en sus pensamientos. En un momento mira su teléfono y es ahí cuando levanta la mirada y me ve…
El aire se me escapa de los pulmones, sabía que sus ojos eran lindos, pero su mirada es… Dios, eso es posible en la Tierra?. Vuelvo en sí y veo que ella está igual de atónita que yo, le doy una sonrisa y asiento con mi cabeza, es mi forma de despedirme de ella, de esos ojos, de esa mirada.
Desearía que las cosas fueran distintas, desearía poder hablarle, desearía poder cambiarlo todo, desearía conocerla, la deseo a ella y apenas si la conozco. Pero no puedo, así que espero a que la luz cambie y me largo.

Ni siquiera veo hacia ambos lados cuando cruzo la calle, solo camino, perdido en mi música y en esos ojos… Pero algo anda mal, escucho un ruido más allá de mis auriculares, me giro hacia un costado y lo último que veo son las luces de un camión a menos de tres metros de mí, es lo último pienso…
Soy lanzado hacia atrás por algo que tira de mi mochila y vuelo por los aires hasta dar con el suelo y con algo más, con alguien más…
Esa chica de ojos verdes, caí sobre ella, ella… ella salvo mi vida… Mi mente está lejos, me siento distinto, nuestros ojos se encuentran, y eso es todo… siento algo en el estómago, algo que presiona mi pecho, siento que el aires se calienta, siento todo al verla…
Estoy a punto de ayudarla a levantarse, y en cuanto nuestras manos se tocan las chispas saltan… literalmente… Mi sangre se siente caliente en mi cuerpo frío, me siento elevándome del suelo, siento que hay luz en todos lados, pero no puedo apartar mi vista de esos ojos verdes.
Las visiones llegan a mi como una ola que arrasa con todo, veo imágenes de ambos en una playa, yo abrasándola mientras reímos, otra de nosotros besándonos y tomados de la mano, otra frente a una gran casa blanca y ambos riendo, la ultima es caminando a orillas del mar juntos y de la mano. Cuando despierto se por su cara que ella también vio todo, su sonrisa es amplia igual que la mía, ahora puedo sentir su corazón latiendo junto al mío, puedo sentís sus sentimientos, puedo sentirla, completa y enteramente a ella.
Me acerco a su rostro y le susurro de una manera dulce:

-Eres tu…

Luego de eso nos besamos, nuestro primer beso, mi alma gemela, mi chica de ojos verdes, mi corazón es suyo. Este beso se siente como nada antes, escalofríos me recorren todo el cuerpo pero de una buena manera, quiero más de ella, quiero poder besarla siempre, quiero que este siempre a mi lado y sé que ella también lo quiere, lo necesitamos, no podemos vivir sin el otro ahora, no después de esto… Y sé que ahora podemos hacerlo…




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